Un mercado laboral en transición: desafíos y perspectivas para 2025
Un mercado laboral en transición: desafíos y perspectivas para 2025
El 2025 comenzó con expectativas positivas, pero hasta ahora, la recuperación no se ha materializado del todo. Esto se refleja en un mercado laboral en constante ajuste, donde las empresas buscan eficiencia y adaptación, redefiniendo remuneraciones, beneficios y modalidades de trabajo con un enfoque más flexible y creativo.
Las compañías mantienen una postura cautelosa en sus decisiones de contratación, a la espera de una reactivación económica sostenible. Sin embargo, el alto costo laboral combinado con salarios relativamente bajos sigue siendo un obstáculo. En un contexto de inflación en descenso, la tensión entre costos y salarios se hace cada vez más evidente. Este dilema plantea la necesidad de un consenso político que permita avanzar en una reforma laboral acorde con las nuevas dinámicas globales. Las leyes vigentes, arraigadas en modelos tradicionales, imponen costos y contingencias que desincentivan la inversión, limitan la voluntad de las empresas para contratar y dificultan la generación de empleo genuino.
En términos salariales, la inflación sigue siendo un factor clave tanto para empleadores como para empleados. Según un relevamiento privado, las grandes empresas y filiales de multinacionales proyectan incrementos anuales de entre 28% y 45% para empleados fuera de convenio y ejecutivos, mientras que la inflación estimada para este año ronda el 35,6%. Sin embargo, el impacto será dispar entre aquellas compañías cuyos ingresos dependen de divisas extranjeras, ya que el tipo de cambio oficial sigue regulado bajo un esquema de crawling-peg que, por ahora, se mantiene por debajo de la inflación mensual.
Otro punto clave es la estrategia de algunas empresas que, en períodos de amplias brechas cambiarias, incentivaron a sus empleados con pagos en moneda dura o indexados a esta. La reducción sustancial de la brecha, aunque positiva y necesaria, ha eliminado esta ventaja, generando un nuevo desafío para trabajadores y empleadores que adoptaron esta práctica. Este escenario es particularmente relevante en el sector de la economía del conocimiento, donde la competencia por el talento exige revisar continuamente los paquetes de compensación y beneficios para seguir siendo atractivos.
El 2025 impone retos significativos y demanda un alto grado de adaptación. Las empresas deben encontrar el equilibrio entre ofrecer condiciones laborales sostenibles para los empleados y mantener su competitividad en un entorno donde la incertidumbre aún persiste. La clave estará en diseñar estrategias innovadoras que permitan crecer en medio de un mercado en transformación.