Six Sigma aplicado a Compliance

Como metodología y estrategia para la mejora de procesos, Six Sigma puede aplicarse en diferentes áreas con el objetivo de perfeccionar sus negocios. Una de las disciplinas que se beneficia de sus puntos positivos y ventajas es el Compliance. 

Los riesgos vinculados al incumplimiento de regulaciones dentro de las organizaciones tienen severas consecuencias, tanto reputacionales como financieras. Es precisamente en puntos como la mejora de procesos, la eficacia frente a los riesgos y la mejora de los controles internos, donde se pueden hallar las ventajas de estrategias como Six Sigma en las empresas. 

En esta búsqueda para identificar e impulsar soluciones que permitan la mejora continua, dicha metodología no se basa en la intuición, sino que desde una mirada del cliente –a nivel externo o interno- se apoya en hechos, datos y estadísticas. 

La utilización en Compliance de Six Sigma también posee efectos en la toma de decisiones, la colaboración entre equipos y la comunicación, entre muchas otras cuestiones. Es que, así como la primera de estas disciplinas apunta a la cultura ética y crear un clima de honestidad, la segunda está vinculada a la mejora continua, al perfeccionamiento de los procesos y productos de una organización.  

Este trabajo no tiene la intención de definir estas dos instancias, sino de comprender cómo ambas pueden combinarse con el objetivo de mejorar los resultados y servir como guía para adentrarse todavía más en su utilización.